La historia del Santo Grial en Huesca

– Muchos juglares que hicieron el Camino de Santiago encontraron en San Juan de la Peña y sus alrededores una importante fuente de inspiración y el monasterio se convirtió en un lugar de intercambio de ideas y de encuentro.

Sin duda alguna, uno de los mejores ejemplos de esto lo constituye el poema de Wolfram von Eschenbach, Parsifal (Perceval), un caballero de la Mesa Redonda y de la Corte del rey Arturo, cuyo objeto principal es la búsqueda del Santo Grial.

El poema Parsifal narra la historia del caballero perteneciente a la Corte del rey Arturo, en el que incluye su aventura con el Rey Pescador. Tras abandonar la Corte, Perceval (o Parsifal) se dirige a buscar a su madre, a la que abandonó años antes para ir junto al rey Arturo. Mientras camina perdido por las montañas se encuentra con dos hombres que están pescando en el río, a los que pregunta donde puede encontrar cobijo. Uno de ellos le indica el único lugar donde podrá hacerlo, llamado Monsalvat, al cual se dirige el caballero. Pero más que es un castillo lo que encuentra en un monasterio. Allí, le recibe el señor, que es uno de los dos hombres que estaban pescando en el río, el Rey Pescador, que es el pescador que le ha indicado el camino.

En el castillo, Perceval es testigo de una extraña ceremonia. Un paje lleva una brillante espada que le entrega al rey. El rey se la regala al caballero. Después, entran un criado que porta una resplandeciente lanza de la que gotea sangre y mientras una joven muchacha lleva en sus manos un resplandeciente y hermoso grial camina tras él y se dirige a una habitación en la que se encuentra un moribundo anciano acostado. La joven le da entonces de comer de los alimentos que lleva en el grial. Durante la cena, Perceval no se atreve a preguntar al rey, el cual parece una enfermedad incurable, el significado de lo que ha visto, ya que ha sido educado para no preguntar por simple curiosidad. Tras la cena, todos se dirigen a sus aposentos. A la mañana siguiente el castillo se encuentra abandonado y todo el mundo ha desaparecido. Perceval sigue su camino en búsqueda del Grial. Se encuentra entonces a una joven, que en realidad es una maga, que le informa que el señor del castillo era Amfortas, el Rey Pescador, el cual se encuentra muy enfermo a causa de una herida que le hizo una lanza en una batalla. La muchacha le reprende por no haber preguntado al rey por lo que ha visto y que, de haberlo hecho, hubiera curado la enfermedad y de la maldición que pesaba sobre el rey y su reino. Le cuenta que la lanza representa a aquella que fue clavada en el cuerpo de Cristo y el Grial, el objeto con el que fue recogida la sangre. Le informa también de la muerte de su madre, de pena por la desaparición de su hijo. Perceval decide volver a la Corte del rey Arturo y buscar el Grial. Camina errante y vive varias aventuras en las que utiliza la espada que el rey le regaló. Después de largo tiempo, encuentra un grupo de peregrinos. Es Viernes Santo y vienen de una ermita escondida en las montañas en la que vive un santo ermitaño. Perceval decide ir a la ermita y hacer penitencia. Encuentra al ermitaño y confiesa sus pecados ante él, contándole su encuentro con el Rey Pescador. El ermitaño le pregunta su nombre, y al responderle, le reconoce por su historia: aquel a quien no se atrevió preguntar por su mal era su hermano, como hermana era también su madre, y el que le recibió en el castillo era el hijo del rey. Como penitencia por sus pecados, el ermitaño le ordena que siga y ame a Dios. Perceval recobra su espiritualidad y busca Monsalvat para encontrarse con el Grial. Tras encontrarlo, hace las preguntas necesarias y reconforta el sufrimiento de Amfortas y encuentra el Santo Cáliz. Perceval descubrirá que su padre es Amfortas y a su muerte custodiará el Grial.

Muchos investigadores han identificado a Amfortas con el rey Alfonso (Anforts en lengua occitana) y a Monsalvat con el monte del Salvador, donde se encuentra el Monasterio de San Juan de la Peña. Incluso el nombre del personaje de Perceval, está basado en un familiar del rey llamado Perche de Val. El poema describe lugares, personajes y elementos coinciden con los de San Juan de la Peña, incluyendo muchos detalles arquitectónicos que encontramos en el monasterio. Pero incluso la leyenda alcanzó al propio rey Alfonso I, principal defensor del monasterio, cuyo carácter templario y custodio del Grial dio origen a la leyenda en torno a él, que decía que, tras la batalla de Fraga, en la que resultó herido de muerte, se trasladó al monasterio y milagrosamente se recuperó y recuperó la juventud y el vigor. De hecho Amfortas es Alfonso en lengua occitana, siendo el segundo hijo del fundador del templo del Grial, llegando a ser rey a causa de la muerte de su hermano, que no tenía descendencia. Era templario y siguió a lo largo de su vida una conducta que queda reflejada en la leyenda. Alfonso fue herido en la batalla de Fraga, perdiendo parte de sus tierras y gravemente herido, retirándose al monasterio. Allí dicen que fue recuperándose gracias a las propiedades mágicas del Grial, del que tomaba los alimentos. Existen otros elementos que ayudan a identificar San Juan de la Peña con el lugar donde se desarrollan la leyenda. Monsalvat es el monte Salvador, sobre el que se asienta el monasterio. Montsalvat fue edificado y sostenido por una dinastía de reyes; San Juan de la Peña es el santuario y mausoleo de los primeros reyes de Aragón. Perceval es identificado con Ramiro II, el Monje, el ignorante, el que no se atreve a preguntar, el caballero místico que finalmente encuentra el Grial y se convierte en su custodio.

Hasta el año 1399 estará custodiado el Grial en el Monasterio de San Juan de la Peña. Será ese año cuando el rey Martín, el Humano, solicita al abad del monasterio la entrega del Grial a cambio de un cáliz de oro. Después llevará el Grial al Palacio Real de la Aljafería de Zaragoza. Después lo trasladará a Barcelona. En la actualidad, el Santo Cáliz se encuentra en la Catedral de Valencia, adonde llegó en el año 1437.

Pero eso es otra historia…..

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Texto: marcopolito56.wordpress.com
Foto: Alfredo Claver.

 

Un comentario en “La historia del Santo Grial en Huesca

  1. FE DE ERRATAS:

    – El joven caballero es Rotreau III de valle de perch. Perchevall en su primera visita a el país de sus familiares político. Sancho Ramirez es el rey tullido. Tras su herida en el asedio de Huesca.
    Con 14 años acompañado a su tío Eblo II.
    El monje resulta ser primo de Percheval. Seria Ramiro II. Y anfortas Alfonso y su tía doña Sancha de Aragón.
    A lo largo del poema desaparece el rey tullido y los versos nos hablan de Arturo usado también como anfortas en la versión alemana.
    Las similitudes de lo que dicen los versos con esta realidad histórica son in anegables y matemáticamente no puede ser fruto de la casualidad.
    – Sergio Solsona Palma –

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