La ermita de Orante y San Benito

– El rey Sancho Garcés estaba muy preocupado porque los monasterios existentes en su reino no estaban sometidos a ninguna regla y, en algunos, la vida de sus religiosos distaba mucho de ser un ejemplo de virtud y castidad. Aconsejado por el abad Oliba de Vic, emprende una profunda reforma monástica que habría de traer a los monjes benedictinos a estas tierras. Corría el año 1028. Fruto de esa reforma fue también la intención de erradicar, de una vez por todas, las bolsas de paganismo que subsistían en estas montañas. No debió ser fácil, ni demasiado efectivo a la vista de numerosas prácticas que han llegado hasta nosotros hasta bien entrado el siglo XX.

En las montañas de los actuales Alto Gállego y Jacetania existen cinco encomiendas benedictinas o ermitas dedicadas a San Benito: San Salvador de Leyre (monasterio benedictino), San Juan de la Peña (monasterio benedictino), Santa María de Ballarán (antiguo monasterio benedictino, hoy ermita en ruinas en término de Yebra), San Benito de Orante (ermita reconstruida al lado del pueblo) y San Benito de Erata.

Benito nació en Nursia (ahora Norcia, cerca de Spoleto, al noreste de Roma) de padres ricos que lo enviaron a Roma para ser educado.
Molesto por la inmoralidad de sus compañeros de estudios, Benito encontró compañía más agradable en una comunidad religiosa en Affile (actual Effide).
Cuando su primer milagro (mediante oración para reparar un colador roto) llamó la atención no deseada, se retiró a una cueva cerca de un lago en Subiaco, justo al norte de Effide.

Otro de sus milagros nos lo narra San Gregorio Magno:
“Accidente por el cual el hombre de Dios percibió que la copa contenía el trago de la muerte, mismo que no podía soportar el signo de la vida.”

El abad de un monasterio cercano murió y los monjes de ese convento pidieron a San Benito asumir el puesto y convertirse en su nuevo abad.
En un principio el Santo se negó, pero ellos insistieron, por lo que entonces aceptó.
Benito era más estricto que el abad anterior y en poco tiempo los monjes llegaron a odiarlo.
Por lo que decidieron matarlo y pusieron un poco de veneno en su copa de vino.
Pero cuando él hizo la señal de la cruz para bendecir el vino, la copa se rompió de repente como si una roca hubiera sido lanzada contra ella.

La única ermita que no cumple la norma de orientar el altar al este es la de Orante, la imagen de San Benito que preside la ermita está orientada al oeste.

Grandes fuerzas Telúricas se perciben en la pequeñita Ermita de Orante, una de sus principales teorías es por Convergencia, pues a unos 500 mts al W de Orante sobre la punta del Cerristón con sus 967 mts de altura, se levanta la Ermita de San Benito. El lugar bien merece una visita. El paisaje que nos encontraremos, que abarca desde el collado de Fablo hasta la navarra Yesa,es de Totalidad total, pudiéndose contar más de cuarenta pueblos. Está justo en la divisoria de aguas entre el Aragón y el Gállego, tanto es así que la misma ermita es muga de tres términos: Orante,Navasa y Bescansa.

Pero es con relación al Sol, donde la ermita de San Benito muestra todo su Misticismo. Sólo hay cinco santuarios benedictinos en estas montañas. Estos puestos en un mapa y unidos por lineas, forman una equis. Ahí donde se cruzan las diagonales es donde sitúa a la ermita de Orante y si nos situamos en la misma el día de solsticio de verano, observaremos que el sol sale por San Benito de Erata y se pone por San Salvador de Leyre. Si lo hacemos el día del solsticio de invierno, observaremos que el sol sale por Santa María de Ballarín y se pone por San Juan de la peña.   ¿Mera Casualidad?.

Orante (topónimo indoeuropeo, de «oros» = montaña) fue un observatorio astronómico-solar desde tiempos remotos, cuando menos desde los Celtas. Restos arqueológicos del bronce atestiguan la presencia humana en el lugar, por lo menos a principios del I Milenio A.C.En el siglo XI, los benedictinos, por encargo de la Monarquía, fueron quienes «de facto» evangelizaron estas montañas y vertebraron muchos sistemas territoriales y sociales que aún pueden apreciarse.

Como Testigos de ello, Orante es uno de los más claros ejemplos de cristianización de viejos cultos Solares. Sabido es que la iglesia se implantó en estas tierras asimilando los cultos que en ellas imperaban y aprovechando el amplio mundo cultural y simbólico de los indígenas pirenaicos.

Quizás influenciada por las grandes fuerzas telúricas que se perciben en la ermita, quizás por el magnetismo existente en el lugar, ya captado por las culturas ancestrales de los celtas y antiguos moradores del lugar, lo cierto es que la energía positiva del cerro, llena el lugar de paz.

San Benito de Orante es uno de esos lugares antiquísimos de culto mágico pagano que una vez cristianizados mantienen vivos los mismos misterios, anhelos y sueños mágicos de los antiguos moradores de las viejas montañas de Orante y de la Jacetania.

Patrocinado por: Huesca Drones

Foto y algo del texto: http://javiyera.blogspot.com.es/2013/08/ermita-de-orante.html

4 comentarios en “La ermita de Orante y San Benito

  1. Siento decepcionaros pero esa famosa leyenda de lineas que unen los templos benedictinos en cuya interseccion se encuentra Orante, no es verdad. Si en lugar de repetirlo hasta la saciedad de boca en boca hasta convertirlo en una verdad absoluta, os hubierais preocupado en investigarlo (por ejemploen google maps), veriais que en la interseccion de esas lineas desafortunadamente para este tipo de supersticiones, no se encuentra Orante

    Le gusta a 1 persona

    1. Bien, vamos a comprobarlo y ya comentaremos… Todo y así el emplazamiento de Orante es excepcional, si uno sabe interpretar el magníficto espacio visual que ofrece este emplazamiento. Sólo recordar aquí su peculiar situación delante mismo de la montaña de Oroel !!! Qué esconde Oroel ??? Averígualo por tí mismo si estás interesado en acceder al conocimiento o, mejor dicho, lo que los clásicos griegos definían como la Gnosis !!!

      Me gusta

  2. Existen lo que se llaman las «líneas Ley» que son las rutas de energía que unen lugares sagrados.Desde muy antiguo la construcción de catedrales,santuarios o ermitas,incluyendo los caminos y rutas de peregrinación venían marcados por los grande constructores.El concepto de «maestro constructor» tenía un matiz casi sagrado.Actualmente nos encontramos con menhires megalíticos y señales del Neolítico que probablemente estuvieran emplazadas para señalar dichos lugares. Esa cruz o equis que forman dichas ermitas pueden estar señalando dichos caminos Ley…Máxime cuando se trata de la órden de San Benito,cuya medalla e inscripciones está reconocida como purificadora, no solo por católicos,sino por anglicanos,protestantes,metodistas,ortodoxos etc. Una vez mas nuestros antepasados nos hablan y nos guían por los caminos

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.